La Inestabilidad Para Producir En La Industria De La Maquila De Confección Textil, Guarda Otros Aspectos De Ganancia Que No Se Dicen Abiertamente.
Se trata de una situación que afecta el lado de quiénes si contribuyen a pagar impuestos, al sostener la duda de que siendo así se pueda garantizar la sostenibilidad de la política fiscal salvadoreña, en tanto junto a la evasión pueden dar cabida para conductas defraudadoras del fisco, que minan los ingresos del Estado, y por ende, afectan al Estado mismo y al resto de la sociedad.
De nuevo un caso laboral en la industria de la maquila, esta vez en la planta textil, Hanes Brands, ubicada en el parque industrial San Lee, en Lourdes, Colón, donde producen ropa deportiva. “La compañía estadounidense Hanes Brands está iniciando el cierre forzoso de una de sus cinco plantas de producción textil que tiene en El Salvador.
Debido a la incertidumbre de la economía global y a la baja demanda de los consumidores[1], la casa matriz ha tomado medidas para alinear y consolidar las capacidades de producción y los recursos—así somos denominados en tanto la lógica productiva, a pesar de lo constitucional de no considerar al trabajo como mercancía (art.37), para continuar atendiendo a nuestros clientes y consumidores de la mejor forma (que deben disponer de poder de compra), la crisis no es de producción, es de venta con alta ganancia en el mercado. Aparte, la publicidad de algunas marcas, es tal la proporción de gasto, que inundan la mente de los consumidores y casi todos alienados queremos tener una prenda.
La empresa comunicó el cierre forzoso total y definitivo de El Salvador Sew, proceso que se realizará en tres fases. que hasta ayer tenía 1,592 empleados, hoy fueron 702 despidos con todo su drama asegurado, quedarse sin ingresos, con cargas familiares, deudas que se acrecentarán; y que el derecho a indemnización no es suficiente, por cuanto la pagan anualmente y el pasivo laboral es casi insignificante.
Por ello es razonable considerar que, dentro de los índices de elusión, éste pueda representar un alto porcentaje, debido a los crecientes niveles de enriquecimiento que permite la exención de este impuesto en el caso de zonas francas y DPA. El impuesto sobre la renta corporativo representa, con los datos más recientes, los mayores niveles de evasión de este impuesto directo (40 % en 2013).
Pero, aun así, no es razón para sostener los empleos y más de 700 familias se verán a palitos para sobrevivir, la empresa sólo se limita a pagar lo que la ley establece, y para el Ministerio de Trabajo es fácil darle seguimiento; no obstante, el escaso diálogo laboral establecido por años, determina una decisión unilateral y evita una transición justa, todo en pro del capital y no sobre la defensa por la humanización del trabajo, que la legislación laboral actual y la nueva en proceso no respalda.
Y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, brilla por su ausencia y no contribuye a la solidaridad y apoyo para establecer derechos humanos de estas familias ante tal acción de la empresa, después de verse tanto tiempo favorecida, decide que hoy no es conveniente producir y la misma afecta lo más vital de la cadena productiva, las personas que le trabajan y le han producido inmensas ganancias por más de 30 años.
[2] El subrayado es nuestro